El Puñal

Hoy Me apuñalaste...de nuevo, pero esta vez mi querido licántropo estoy de pie con la rabia para llenar mis pulmones, ni una lagrima me veras derramar, ni un hilo de culpa me podrá atravesar, perdiste tu oportunidad. Para destruirme tendrás que hacer mucho mas...

Eso decía la nota que hice llegar junto con la botella de vino espumoso que te deje como ofrenda de amistad. Pronto notarias a los cuervos rondando por mi mansión seria ridículo tratar de negarlo.

Lo deje en tu mesa, me senté a confesarte la verdad, fuiste por unas copas a la cocina y  la confianza se convirtió en debilidad, las copas están en la cava. Me levante pero era demasiado tarde sentí como uno de mis pulmones ardía jale aire, escupí sangre pero todo buen alquimista tiene un truco bajo la manga, esa imagen de mi alma y el cuervo bailando ante la magia del piano, mi mano se incendio, vi venir tu brazo con el puñal hacia mi de nuevo toque parte de tu gabardina suficiente fuego para escapar, deje el pórtico corrí unos 50 metros me encontré con La Creación quien me levanto dio un horrible alarido, de esa área esqueletos salieron de entre la tierra me levantaron me llevaban hasta la casa, ella dio un grito mas de guerra y corrió hacia la casa con poco aliento y mucha sangre le susurre que no. Me volteo a ver –pero…- moví la cabeza para negar.

Siento la fresca y mojada hierba que alimenta la luna en nuestra hermosa colina, el viento frío y cortante calma el ardor que provoca el salir de mi sangre. Los esqueletos se desarman caigo al pórtico, El alma sale de la casa corriendo histérica –¡Que te han hecho!- la miro pienso en su transparencia, pero la veo entera, me tranquiliza, La Creación me levanta y dice –solo tu estas muriendo- suelto un suspiro con la sonrisa. –¿donde esta ese cuervo cuando se le necesita?-  débilmente digo –ciudad marfil…-

No recuerdo como llegue a la plancha del sótano, me cuesta mas trabajo respirar me recuesto de lado y vomito un liquido negro espeso como brea, -solo me apuñalo sácalo y sola se cerrará- La Creación revuelve las botellas y me lava, me mira desesperada – en serio  y por que tienes cuatro horas vomitando- abrí los ojos con asombro -¿en que momento pasaron cuatro horas?-. 

Me arde el estomago siento todas mis entrañas revueltas –como es posible eso- me mira confundida sigue lavando, esta preparando un menjurje -esta envenenada.- –es incapaz, podría ser lastimero pero jamás asesino- dice El alma parada en una de las esquinas de la plancha, me mira seria –yo tampoco lo creía, pero el veneno es diseñado…- tiene antídoto contra mi aliento- abro mas los ojos.
Solo quiere matarte a ti…

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