El Espíritu del Bosque

Ester Edelson

Jamás había visto un cuervo real, solo esos destellos que Alma llama en la mañana para despertarme, huellas de alguien mas , alguien que tocaba a la puerta, siempre pensé que el espíritu de los cuervos seria de tez muy morena con profundos ojos redondos , macabra sonrisa y bastante mayor.

-llaman a la puerta, no puedo abrir – grita Zoe desde el sótano.
–hoy en día la gente piensa: cuervos, se ven sin ojos o atormentados en una esquina por su voz.-
No puedo negar que Alma y yo estamos conectadas a veces puede llegar a leer las líneas de mi pensamiento y contestarme como en este momento. –Poe era un gran poeta- solo bebía demasiado- le dije.

-Les hizo mala fama, seguro es un buen hombre- me decía mientras se acercaba a abrir la puerta de la entrada –¿el? por que tiene que ser el, podría ser ella –le dije entonces lo pensé un segundo –¿que tienes que ver en esto jovencita?-  -todo es mi culpa- dice sarcásticamente haciendo un gran esfuerzo por contener la sonrisa – eres como el diablo siempre te traes algo entre manos- le dije mientras llegaba al recibidor – me voltea a ver con los ojos entre cerrados y me dice –el no es tan listo- la mire y subí los ojos -no seas soberbia, ¿sabes adonde van las almas como tu por eso? ¿cierto? Yo me quedare aquí vagando como un fantasma, pero tu- la mire y señale hacia el suelo.

Abrió los ojos por el susto miro hacia abajo y dijo –no lo metas en esto-  me saco la lengua.

Giro la perilla de la puerta, era muy joven, con tez blanca. El cabello negro azabache corto, ojos sonrientes y calida sonrisa, lleno de vida. 

Esboce una forzada sonrisa (no me gustan los extraños) y menos en la casa. Lo cual es completamente opuesto a lo que normalmente pasa.

-Buenas Tardes- acabo de mudarme, sonríe nuevamente veo reflejos tornasol en su cabello como el plumaje de los cuervos –vive cruzando el pozo- dice Alma animada  mientras lo jala de una manga de la camisa para invitarlo a pasar.

Frunzo el ceño y digo -¿Qué lo trae por aquí?- Otra sonrisa forzada, Alma me mira molesta. 

El espíritu en ese cuerpo de no mas de veintidós años esboza otra carismática sonrisa y se sube las cuadradas y delgadas gafas –tiene usted razón, así que, vamos al grano- me dice despreocupado
-Mi estudio esta por aquí- le señalo con la mano hacia la izquierda del recibidor. 

Detrás de mi vienen ambos abro la puerta y le doy el paso con dos dedos detengo la cabeza de Alma – ve al jardín a arreglar el desastre que hicieron tus conejos- sube los ojos y me hace una mueca zapateando da la media vuelta.

-Tome asiento- le digo cerrando la puerta, peina la habitación con la mirada – veo que no tiene nada de beber- sonrió de manera espontanea –al grano- me dice nuevamente se sube las gafas –claro- junta las manos y dice -necesito un favor como vecinos, tengo problemas con cierta plaga del cementerio, necesito la fuerza de su homúnculo. 

Se escucha del otro lado de la puerta un golpe, -Alma al jardín!- digo mientras miro por un segundo la puerta, escucho sus pequeños pasos como se escabullen.

Tengo que aceptar que este hombre me ha tomado por sorpresa desde que abrí la puerta, -no se de que habla- me encojo en hombros. lLevanta ambas cejas ¿la muchacha de cabello blanco y baja estatura no trabaja para ti?-  saco un poco de aire –Zoe, es de un área congelada con una situación similar a la de todos en este Valle.

Baja la mirada y sonríe, se dispone a atacar –no es novedad a que te dedicas y en este lugar tan alejado no es un delito, toda la comunidad lo sabe, de hecho tenemos un amigo en común, te visito varias noches joven alto tribal. 

¡El incubo! Pensé pero permanecí serena, recargada a espaldas de mi escritorio me incline hacia delante sonreí un poco –vaya que interesante- continuo mirándome por debajo de esos lentes – lo que nadie sabe, puso su mano sobre mi rodilla es que esa niña no es tu hermana menor, la gente dice que se parecen pero yo se que va mucho mas allá, acerca su rostro al mío, - Me muero de ganas por saber como lo hiciste- su mano avanzaba por mi pierna hacia la parte interna de mi muslo, toque con mi dedo índice su barba partida lo acerque mas y aspire su aliento. 

Escuche que alguien toco la puerta, otra sonrisa ambos volvimos a la posición inicial. 

Zoe entro con una charola y dos vasos de licor – Zoe es parte de esta familia, ella no es una sirvienta. Por lo tanto iré con ustedes los tres terminaremos con tu plaga.- El viento abre la ventana dejando ver a los cuervos agazapándose en el Árbol.

Entra Alma y dice -te quedaras a cenar- brincando y dando piruetas como la niña que no quiere dejar de ser, el me voltea a ver, asiento con la mirada. 

Nadie en las décadas que vivimos aquí había notado la consecuencia de nuestra huida de Ciudad Marfil, tomando en cuenta que en este valle hay gente muy talentosa, es un hombre astuto, muy , peligroso.

De pronto un pensamiento oscurece mi cabeza, si el licántropo estuviera lejos de la Jihad hubiera podido defendernos. Alma toma a Zoe de la manga del vestido y grita –¡cena!- llevándosela salen del estudio. 

De pie y dispuestos a salir, de un trago acabamos con el vaso de licor el mira varias paredes del estudio,  -eres una mujer muy dedicada, se ve- lo tomo del hombro y lo empujo contra el librero con la mano izquierda, acerco mi boca peligrosamente a su oreja –No tienes manera de probarlo, esto es un acto de buena fe, mi mano derecha esta caliente comienza a encenderse, la acerco a su pecho, si no me controlo incendiare el estudio. 

Sin inmutarse baja los hombros y esboza una sonrisa traviesa –me dijeron que eras intensa, ya veo por que- , doy un paso atrás, pienso ese maldito incubo. –¿desde que dejo de visitarte incendias cosas? ¿La niña lo sabe? –a ella no la metas en esto o tu y yo tendremos un problema- ya tengo la mano como antorcha, da un paso al frente y pasa su mano por mi cintura aspira mi aliento, pasa sus labios por mi oído, mi mano ya no esta en llamas. 

Aprieto los labios, doy dos pasos mas hacia atrás y camino para salir del estudio, cenamos los cuatro a la mesa, Alma estaba encantada sobre la charla de espíritus del bosque – si te portas bien te presentare al de los conejos- Alma sonríe emocionada comiéndose todas las verduras. 

Al caer la madrugada nos encerramos en el estudio a compartir teorías y a beber en algún punto entre trago y trago pensé los cuervos solo tienen mala fama.

El Licor de Hierbas

Señor Blasst

Varias lunas pasaron a veces el estaba aquí a veces yo allá. Eliminar esa plaga fue una de nuestra noches más divertidas.

Esa mañana, Zoe abre despacio para dejar una charola con un remedio para la resaca ambos caímos donde encontramos un poco de comodidad, la camisa negra desabotonada poco mas del hombro lucia mucho mas jovial, hasta inexperto. 

La peineta me traiciona deja caer mi cabello, estaba agachada buscándola cuando despertó. –buenos días-  se estiraba en uno de los sillones, finalmente la peineta dejo de jugar conmigo y apareció en la pata del escritorio aun con dificultades para sacarla le señale la charola  -tómatelo, te hará bien- ya de pie de y acomodándome el cabello de nuevo, lo mire dio un largo trago 

Me acerca el vaso a los labios –te hará bien- bebí del mismo vaso, Zoe nos miraba divertida en la puerta –hay un cambio para el huésped, el baño esta caliente me miro y sonrió cínicamente  -el desayuno lo serviré en el jardín, tu bata esta en tu habitación.- 

El bajo la cabeza se limpio los labios y salió, justo en el marco de la puerta Zoe lo intercepta -el baño de huéspedes esta hacia allá señalando la derecha- me voltea a ver y sale divertido. 

Suspiro y me rio negando con la cabeza, voy a salir del estudio y me dice tu habitación esta arriba a la izquierda. No pude evitar soltar la carcajada, lo encontré en el lado opuesto de la estancia –te dije, es de la familia-

Ya en el pasillo encontré la puerta de Alma ente abierta me asome y seguía acostada con cara de puchero, -¡olvidaste que seguimos conectadas! Me siento terrible ¿por que tomas esa porquería? 

Cerré los ojos y me pase la mano por la cara–¿no bajaras?- sonreí -esta tu amigo el cuervo ahí abajo- di la vuelta para salir de la habitación arrugo la nariz -¡NO! La puerta la cerro el viento. 

En el desayuno discutíamos sobre la ridícula literatura que se veneraba en Ciudad Marfil. 

Después de tomar un poco de sol en el pórtico se fue. Zoe y yo nos dedicamos el resto del día al laboratorio. Al caer la tarde regreso con una botella de un licor de cerezas. Alma se animo a levantarse por algo de comer pero al ver la botella , corrió al estudio y saco un libro de poesía subió gritando  -¡No de nuevo!.- –oye ese… suspire sin terminar la frase. 

Bajo el brazo el cuervo traía un álbum y unos libros y dijo –un presente- estiro las manos y tome la botella, entramos al estudio y la deje sobre el escritorio. 

En el álbum había unas fotografías de unas pinturas, me explico que eran de su abuelo que le gustaría restaurarlas y descifrarlas, le daba vuelta a las paginas del álbum mirando con cuidado, el a mi lado me susurro al oído –necesito conocerte mas rozando sus labios con mi oreja. Siento un olvidado calor en el pecho.

En ese momento las puertas del estudio se abrieron violentamente Zoe entra corriendo –hay alguien en la puerta, de Cuidad  Marfil- salgo rápido al recibidor Alma viene bajando –es tu hermana , la menor- -¡Que!- me llene de terror.

Alma jala hacia las escaleras a Zoe –no espera- se resiste –alguien dejo… -Quédense arriba yo me encargo de todo- le dije tratando de calmarla. 

El cuervo me miro –todo estará bien-.

Abrí la puerta, ahí estaba con su corto cabello castaño y sus enormes ojos café. 

Nadie nota que ya no tengo un cuerpo estrictamente biológico, que no me parezco en nada a ella. –Que te trae por aquí- le sonrió, pero estoy nerviosa, la abrazo con fuerza. –venia a ver si seguías viva tiene años que no vas a vernos-. 

El cuervo esta poniendo la mesa en el comedor. 

–bueno no he estado en mi mejor momento- mira cada detalle de la casa con mucho detenimiento -¿Con quien estas? Pensé que vivías sola.- Mira con atención el techo como queriendo ver a través de el la pieza de arriba.  –es un modelo para una pintura- el cuervo me mira divertido –y su fiel sirviente- le dice, ambos nos sonreímos con complicidad. 

Pienso para mi ¡brincos diera ja! Escucho un golpe en la parte de arriba, pienso –deja de leerme, o entérate de lo que no quieres- 

Los tres cenamos y me siento culpable por las chicas, yo no recibo a mi familia aquí jamás, este lugar es un peligro para la gente de Marfil.

Platicamos parte de la tarde debo admitir que fue muy agradable en el centro de la mesa había un licor de hierbas, decidí servirnos un trago. Mi hermana la menor a pesar vivir den Marfil es muy inteligente e interesante debatíamos del teatro de la ciudad. 

De pronto el cuervo se levanto riendo y tambaleándose, la idea de que el teatro de Marfil fuera atrevido le parecía francamente ridícula.

“Mack the knife” comenzó a sonar en el fonógrafo me tomo de la mano y comenzamos a bailar acaricio mi cintura, no podía parar de sonreírme, me sentía igual tambaleante, tomo mi vaso vacío se acerco a la botella y la miro, su rostro cambio –este no es el licor que traje- Yo me reía mientras jugueteaba con mi hermana a decir verdad no notaba que me sentía muy caliente, mareada. 

-¿cómo? Me acerque a el y le dije al oído seguro Zoe lo compro hoy, dio una gran carcajada comencé a reír también dijo – no puede ser el boticario no abre hoy-  No podíamos parar de reír. 

De pronto un fuerte golpe nos saco del trance mi hermana ya hacia en el piso la piel se le comenzó a poner verde ramas envolvían su cuerpo grite con toda mi fuerza -¡Zoe!  ¡Alm…- venían bajando, el cuervo le quito la etiqueta sobre puesta era un potente veneno. 

Fue a la cocina por agua,  mi estomago comenzaba a moverse violentamente –¿Que hacemos? Mira Alma a Zoe alarmada. Me tiemblan las piernas el cuervo me sostiene pero ambos caemos, el le grita –Zoe corre a mi casa en el pórtico hay una maceta colgada jálala y saldrá un maletín negro de piel  ¡tráelo!- 

Dejo de verla, el me toma de la mano. Alma se acerca y expide su azul aliento sobre la boca de ambos -Levántense que tu hermana se nos muere, esto retardara el efecto-. Me siento mejor entre los dos la bajamos al Sótano. Alma grita histérica – ¡se muere!- .

La veo en ciudad Marfil caminando con la elegancia de un jaguar, la veo con el uniforme del colegio, la veo con una paleta y su vestido durazno, la veo dormida en su cuna. 

Miro al cuervo y le digo –hoy es tu día de suerte, la separaremos- Alma grita -¡No! ¡No! ¡No!. –saben que tengo que hacerlo –sigue gritando ¡no!, es muy peligroso solo míranos. 

-No nos queda mucho tiempo tengo que hacerlo-

El cuervo me toma de la mano, -si lo resiste, que lo dudo, no será la misma.-

Alma me pasa la botella y comienza a poner los instrumentos para separar los elementos de la misma.

Pero al llegar al ultimo recipiente todo se evapora. 

Me lleno de rabia la veo en su cuna y acaricio su delgado cabello castaño, - no soy una alquimista común, puedo hacerlo, no la veré morir.- Lo dije Alma me mira eh dicho que soy finalmente.  

Raven me recoge el cabello me mira con tristeza – cálmate, Marfil quemaría este lugar, no solo a ella a todo el Valle. 

Zoe llega con el maletín, el se remanga y busca una serie de botellas, le paso un vaso de precipitado lo mezcla, no reconozco los elementos algo no anda bien, -¿cómo?- No sabemos que veneno es, no existen las coincidencias era tu maldito licor-. Alma me mira asustada comienza a llover, la miro –Basta te lo dije Alma siempre traes problemas, tu lo trajiste te he dicho mil veces que no vayas al maldito cementerio- me mira con sus enormes ojos infantiles llenos de lagrimas, -es que… - …me esta llamando- grita, el cielo truena –desde nuestro mausoleo me llama por las noches- 

Estoy harta de su actitud no entiendo lo que me dice –¡Maldita sea Quien!- Ella se pega en la cabeza con los puños negándome la respuesta le grito –¡basta, dímelo!- ¡Nuestro cuerpo!. -

Un rayo deja ver toda su luz por la pequeña ventana del sótano. Escucho las palabras pero no las entiendo no tienen lógica alguna. -¿Qué? Eso es imposible…

Ella se arranca el cabello, -la llave solo abre con tu sangre, mi aliento, o su cabello, cuando lo robaron estaba abierta no forzada, abierta, acéptalo- Ella te hizo ir al laberinto se mueve a voluntad a veces.

Tomo el vaso en mis manos para que se caliente la mezcla. 

-…es solo un estuche, todo estaría equivocado, las religiones, los mitos, yo cruce esa puerta y lo vi. Nada se genera de la nada todo se transforma es una ley de equivalencia. La casa comienza a crujir Alma tiene los puños cerrados – me llama por mi verdadero nombre, no puedo evitar ir. 

De pronto la tos del único ser vivo de la casa nos desconcierta, Raven la ayuda a sacar lo que falta tiene llagas en los brazos por las ramas, le dio el antídoto mientras discutíamos. 

Corrí a abrazarla la vi pequeña y frágil, no recordaba nada estaba muy sedada, una lagrima corrió por mi mejilla se convirtió en un cristal azul celeste. 

El pone sus manos sobre mis hombros, Zoe la lleva a una habitación a descansar.  –Estoy en deuda contigo- le digo molesta, lo miro derrotada suspira y me sonríe, pega su frente a la mía me abraza de la cintura y pega su cuerpo al mío me besa lenta y detalladamente, me regala una sonrisa llena de luz toma el cristal azul y lo guarda en su bolsillo.

La Pluma de Obsidiana

Inmersa en la neblina de mis recuerdos estoy en la cocina dándole forma a un pan de elote para Raven, para cuando regrese. Sus vuelos se prolongan cada día mas el vacío es muy evidente.

Entra Alma se pone frente a mi y me dice en tono de regaño -Se que me has mentido, quiero que sepas que se que el cuervo voló. Tu sabes que esos espíritus nunca se quedan, son como la brisa de la estación. Creíste que enfermaría pero la realidad es que he crecido unos centímetros ya no puedes poner mas alto las chispas de chocolate en la alacena, estoy bien, estaré bien- me toma de las mano y continua -tuvimos un picnic antes de que se fuera, siempre nos va a querer pero tiene que seguir su camino y tu el tuyo.

Tienes que encontrar la forma de volvernos a juntar. Tienes lleno de pendientes, el jardín, la cocina…(no había notado lo alta que estaba ya casi alcanzaba mi brazo su cabello esta largísimo)

…Esta bien que te sientas triste, tu. No es muy lógico que yo llore por ti, te daremos tu espacio, Zoe y yo nos iremos al cementerio a buscar belladona para una gárgola con la que quiero jugar.-

-No empieces- le dije enérgica, entra Zoe a la cocina, -aléjate de la masa la vas a amargar, nadie cocina llorando.- Subí los ojos -¿quién esta llorando?- Me sonríe –tienes todo el derecho de- respire profundo seguí amasando –estoy bien- Caí en la cuenta que ese pan ya no era para nadie, lo mire con tristeza.

Zoe toca mi hombro estaremos a fuera hay movimiento en la colina, yo la cuidare. Por cierto, te prepare unos pigmentos en el laboratorio y papel para acuarela. Baje al descuidado laboratorio tome los pigmentos y me disponía a subir a mi estudio. 

Sentí esa brisa fría estaba parado en la puerta con su cabello mas largo pensé: nunca termine ese pan.

-esta bien- me miro sorprendido y me dijo – ¿que esta bien? –le sonreí muy forzado –que te vayas- puso la mirada en el piso -me siento ambivalente- Respire profundo, contuve eso con lo que no estoy tan familiarizada -Aquí ya no tienes nada que hacer y yo no voy a volar, este valle es mi hogar, por erróneo que parezca estoy muy familiarizada con todos los monstruos y exiliados que aquí habitan, se que tu también, pero el cambio de estación te llama, aquí siempre serás bienvenido uno de nuestros invitados-.

Sonrío estaba sorprendido por mi reacción, -cambiaste mi concepto de las mujeres. Espero que lo que siga sea como tu o mejor- lo tome por ambas manos. –Siempre te voy a querer, gracias, me hiciste muy feliz- lo abrace por ultima vez, sentí lo negro de su cabello, su aroma salvaje a tierra mojada y pino, todo cobro vida en la casa, nos vi bailando junto al piano, besándonos en el pórtico jugando entre las sabanas. – Te quedaras como el único cuervo de mi vida.-

Acaricie por ultima vez su rostro, sentía que las lagrimas venían. Lo bese muy fuerte. El viento se llevo todo, tome fuerte un poco de esa brisa junto con toda la luz de la casa lo cerré en mi puño fuerte, se trasmuto al abrir la palma me quede con una peque pluma negra que con el sol es tornasol que siempre colgara atrás de mi oreja enredada en mi cabello.