Las Mandragoras

Estaba en la terraza peleando con unas mandragoras en el lienzo que se negaban al color, entra mi alma con una paloma blanca en una jaula, -la encontre en la entrada, creo que tenemos que hablar- la puerta se cierra se pone el seguro con la otra mano mi alma sostiene un papel, -llego con esto, no se como esquivo a los lobos- mire el pedazo de papel blanco -este es uno de tus trucos ¿cierto?, ya casi termino el cuadro, dile a Snake que te lea algo- le acarice la cabeza y le sonrei -pero..- le dije sin mirarla - ningun animal puede pasar a los lobos y punto, fue un buen detalle que la trajeras- volvi a las mandragoras. seguia ahi parada las nubes se acercaron -cobarde-dijo en voz baja volte a mirar el papel lo tome y lo deje sobre la mesa de cafe, -gracias, en un minuto bajo- lanzo la jaula hacia mi la paloma salio asustada, - ¡ESTA MUERTO!,  ella quiere verte, quiere que vayas al funeral.- las mandragoras se habian comido a la paloma ahora el cuadro estaba lleno de rojo.
 de El alma calleron dos lagrimas negras, comenzo a llover. - ni una palabra al lobo, ni una!- me miro llorosa -¿iras?- la abrace, -no volvera a herirte lo prometo- sollosaba sutilmente -no nos gusta la ciudad y tu cuerpo sigue encerrado en el mausoleo- le acaricie el cabello, -lo se- le seque las lagrimas con un pañuelo, -deja de llorar que snake se dara cuenta, todo va a salir bien- se sono la nariz y dejo de llover -ahora baja, y ve como va la cena- se seco la cara con las mangas del vestido, bajo corriendo. Yo tendre que volver al laboratiorio...a pensar que hare con esos cadaveres. Dejamos la ciudad por miedo a encontrarlo, a toparlo, ya no esta, se fue, pero aqui somos tan... ahora cual sera el pretexto dirian mis hermanas, pero es que esa horrible ciudad con sus placios de marfil que reflejan el sol que queman mis ideas, con esa frivolidad en el ambiente, me da escalofrios. te has ido...

¿y ahora que mas?