Una mirada al vacio

bobby becker
Me quede sentada en ese cementerio Alma me llevaba de comer pero no hacia contacto conmigo.
Al tercer día me dijo -Le pedí al Lobo que viniera- aventando la canasta de picnic de mala gana.
En el quinto día regrese, las puertas de la entrada y la biblioteca estaban abierta de par en par. Alma estaba dibujando y el Lobo leyendo.

En el jardín, me quite la ropa y la deje quemándose en la hoguera. El lobo solo levanto un poco la mirada volvió a su lectura y le dijo a Alma -Vamos a servir la cena.- Comencé a subir las escaleras, entre a mi habitación solo me puse una bata y baje a cenar. El silencio era sepulcral, ellos se miraban y se sonreían de vez en cuando. Termine mi plato, cuando me disponía a levantarme de la mesa Alma me dijo -Tengo que ir...-

Sin dejar de ver al suelo asentí.  -Me voy esta noche- Le respondí -Buena suerte-. Deje mi plato en la cocina y subí a mi habitación. Me quede sentada junto a la ventana los vi alejarse.

Dos noches más pasaron, en la tercera el demonio regreso -¿Donde esta Alma?- Sin dejar de mirar al vacío le respondí -No le pregunte, tampoco se cuando volvera-. Se acerco se sentó frente a mi acaricio mis piernas y me susurro al oido -vamos a tomar un baño, te hará sentir mejor- Le quite las manos de mi regazo, arqueo una ceja -¿No puedes hacer otra de esas cosas?- con un tono molesto.

Sin dejar de mirar al vacío coloque la palma de mi mano en el centro de su pecho salió volando al otro lado de la habitación. Me levante para cambiarme, me puse ropa para el laboratorio. Antes de salir de la habitación le dije -Tengo trabajo que hacer-






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