La tormenta

Esa noche el viento soplo con toda sus fuerzas, la casa se llenaba de silbidos y crujía constantemente, pero ya había pasado suficiente en esa casa sola, como para
inmutarme. Seguí sentada en la biblioteca traduciendo todos los símbolos del pergamino de Zoe conectándolos con los de los sellos, calculando las variables para romper el contrato.

La puerta de la entrada se abrió de un golpe, algunas hojas secas se escabulleron por el recibidor.
Entonces la vi una mujer blanca de unos veinticinco años con el cabello negro azulado, con una enorme mochila de viajero, guantes tejidos sin dedos, pantalón vaquero y botas de montaña. Abriendo el portón. Por un segundo me costo trabajo saber quien era.

"Alma como haz crecido" pensé, le puso la cadena al portón y me dirigió media sonrisa.
La sentí desilusionada , fría, se había endurecido. Llego al recibidor y dejo la mochila -Es hora- me dijo enérgicamente. Bajo al laboratorio algo que hizo muy pocas veces mientras vivía aquí. Escuche que revolvía cosas, regreso con un frasco enorme de vidrio con un espécimen en formaldehído, azufre, mercurio y otros elementos.

De pie en el marco de la puerta de la biblioteca le dije -Es muy arriesgado, no logro dar con la formula correcta- Siguió caminando hacia el jardin -Te faltaban piezas- comenzó a marcar un enorme circulo con un báculo de roble. -Ni siquiera voy a preguntar- Sin dejar de marcarlo me respondió -Siempre hay una manera de romper las reglas- Me quede en el filo del pórtico de brazos cruzados, le dije -¿Quien te dijo eso?- Termino de trazarlo se detuvo un segundo para mirarme con media sonrisa y una ceja arqueada -Tu- suspire y le dije -Tenemos que probarlo antes, esto no es un experimento- Camino hacia mi para sacar algo de su mochila justo antes de entrar a la casa puso su mano sobre mi hombro.

-Tengo registros y entrevistas de personas que han pasado por este proceso, ¡tranquila! en algún momento tenias que ser el paciente ¿no, doc?- saco la mochila de la casa. Latas, pergaminos, mantas, cajitas comenzaron a quedar regadas por el suelo. -El orden te sigue evadiendo ¿no?- Saco con cuidado un marco color cobre - nop, tu nunca lo dejaste ir por mi- Poniendo más atención en el marco me doy cuenta que es un espejo de obsidiana. Solo había visto uno a lo largo de mi vida.

Un objeto de una belleza única muy poderoso, pero también peligroso, si no se sabe usar. Sin mencionar que normalmente los dueños son criaturas muy violentas con altos grados de sadismo.

-Esta muerto- la mire sorprendida -El dueño- Lo coloco en una de las arista del pentágono adentro del circulo. Después algunos de los elementos del  laboratorio en un mortero junto con otros merjuges que no pude identificar en una conexión del circulo. El frasco de vidrio frente al mortero en otra arista. Regó una arcilla naranja en las dos aristas sobrantes.

-¿necesitas ayuda?- le dije mientras recorría el área observando detenidamente el circulo, muy complejo con muchas conexiones y símbolos que no me eran familiares. -Esto no es alquimia, es magia- seguía buscando algo en su mochila -Es un super combo- la mire extrañada -¿Un que?- Subió los ojos -Una mezcla de ambas- Saco una bolsita de cuero -¡Aja!-

Se levanto y esta vez puso ambas manos sobre mis hombros -tranquila, si, existen fuerzas fuera de nuestro control- Estaba comenzando a sentirme ansiosa pero por algún motivo me dio confianza, todo lo que hacia como si fuera parte de una rutina coreografica. En algún momento me vi a su edad.

De la bolsita saco unas runas y las coló en pequeños círculos dentro del pentágono. Volvió a su mochila y saco un cerveza que abrió con los dientes.

-¡Aquí viene la estrella de la noche!- grito con un tono muy sarcástico girando hacia el portón, la hogera del jardín se prendió. Una niebla muy densa avanzo por el jardín, ya teníamos mucho tiempo separados, sin embargo tiene un gran efecto en mi, comencé a sentirme mareada.

Alma de un jalón me arranco la piedra del cuello y la lanzo al centro del circulo dio un trago a la cerveza -¿Quien es la perra ahora?- dijo para si misma, dio un paso hacia adelante se coloco entre el y yo me dijo en voz baja -No te va a volver a tocar-. La niebla se retiro el estaba a unos cinco metros de nosotras -Alma, no vine a pelear- Le dio otro trago a la botella y dijo -Eso dicen todos- El comenzó a avanzar pero entonces se activo otro circulo, que ni siquiera yo había notado que estaba ahí, le impedía moverse, su cara se transformo en una mueca de exasperación. -Vine a hablar con MI esposa, quiero arreglar las cosas, se que me equivoque, quiero redimirme-

Alma puso su mano para detenerme por que di unos pasos hacia el. Lo mire directamente a los ojos y le dije -Esta bien, hablemos pero primero rompe la piedra- Alma me miro incredula y movió sus labios diciendo -Mala idea- La mire, puse mi mano sobre su hombro y moví su brazo. Camine hacia el, me detuve un metro antes del campo que lo mantenía cautivo.

-Tomalo o déjalo- le dije, me miro y puso esa sonrisa cínica tan característica -Lo prometo, dame la piedra- estiro la mano- suspire y me cruce de brazos -Estas convencido de que soy inferior- Le di la espalda y comencé a caminar hacia la casa. Al cruzarme con Alma me dio una daga -necesitamos su sangre- me susurro, tome un recipiente que estaba regado en el piso y metí la daga en mi cinturón. Regrese hacia el , uní las palmas de mis manos lo pegue a la tierra comenzó a reirse  -¡Vamos cielo! ya hemos pasado por esto- me acerque a el, le susurre -Sabia que podía lastimarte de gravedad, por eso jamas lo viste- uno de sus brazos se estiro hacia mi, esos lo sorprendió bastante. -Su expresión cambio comencé a sentir su ira y mi miedo tan familiar. Pensé en Zoe en la ciudad en llamas, en todas nuestras peleas en todos los golpes. Respire profundo y saque el cuchillo de mi cinturón.

Hice un corte en su ante brazo y extraje la sangre, intento liberarse rompió el circulo empezó a moverse muy lentamente. -QUE ME HAZ HECHO, ¡mi cielo!, no vas a poder vivir sin mi- Moví una  mano, el levito hasta la siguiente prisión en el suelo. -amor, ESTAS EXAGERANDO, la tierra comenzó a crujir, el viento comenzó a azotar los arboles -la situación no es tan grave- dijo mientras se reía incrédulo  -¡todas las parejas pelean!- puse el recipiente en las manos de Alma. El cielo comenzó a tronar, el fuego de hoguera se levanto unos 10 metros. Ambas salimos volando en direcciones opuestas, acabe en el suelo, mire hacia la dirección del circulo el esta volteado boca abajo intentando levantarse con los ojos encendidos. -NO ESTAS PENSANDO CON CLARIDAD- alma estaba levantándose ya que había chocado con uno de los postes del pórtico. La miro, giro la cabeza hacia la hoguera y una bola de fuego salo disparada en dirección a Alma. El pórtico comenzó a incendiarse pero ella la esquivo con bastante facilidad, ya de pie camino hacia otra de esas trampas y la prendo de un pisotón. El comenzó a retorcerse se reía, varias voces salían de su boca -¿POR QUE ME HACES, LASTIMARTE? ¿POR QUE NO ME ESCUCHAS?-

Empece a sentir un retortijón y a toser sangre cuando me mire las manos mi piel era grisácea otra vez llena de las grietas negras. -Alma se acerco a el en dos zancadas y lo pateo en la cara -Deja el drama, pedazo de mierda- Dio varios pasos hacia atrás separo las mano y las junto en dirección al cielo, comenzó a llover. El cielo se llenaba de truenos,  uno cayo muy cerca de el. Para ese punto pude volver a respirar con normalidad. Me levante tome la vasija tenia muy poca sangre. Lo mire con mucha tristeza, el me miro de vuelta y el fuego en sus ojos se apago. -Déjame hacerlo a mi manera- me dijo. Camine hacia el me hinqué nuevamente y tome su otro brazo, una lagrima negra cayo en su mejilla. -Siempre fue a tu manera- Cerro los ojos. -No quiero perderte- me susurro. Alma se acerco y le di la vasija. Me quede en hincada frente a el le acaricie la cabeza. Ella la uso para mezclar todos los elementos de los recipientes en el circulo.

Le dio un ultimo trago a la cerveza y escupió el contenido en el circulo -¿Lista?- me dijo, asentí con la cabeza -muy bien ahora acuestate dentro del pentágono con la cabeza hacia el frasco, a el tengo que moverlo hac...- Hice un gesto con la cabeza y quedo en medio del pentágono con la cabeza hacia el espejo. Ella me sonrío -No has perdido el toque- Me seque las lagrimas finalmente me recosté junto a el, mi cabeza quedaba a la altura de la suya, ese olor a madera, todos los recuerdos, respire profundo, mis ojos se llenaron de lagrimas nuevamente -Mi amor, lamento todo, fui egoísta, realmente te amo- El dolor que recorrió mi cuerpo fue como si agujas atravesaran cada poro de mi piel al mismo tiempo.

Nos unto de una especie de barro azul, puso hojas de diferentes tipos de plantas encima de mi y un papel con una inscripción encima de el. -Esto es una broma ¿no?- Alma me miro y me dijo suéltalo, necesito que te relajes- Gire su cabeza hacia mi y lo mire. Sus ojos se llenaron de tristeza. Cerré los ojos, quite la gravedad que tenia sobre el, entonces saco aire como si un bloque gigante de mármol le hubiera caído encima. Roce su brazo con mis dedos, -Yo también te amo- le susurre.

El circulo se ilumino de una luz azul, las lagrimas se mezclaban recorrían su rostro. Cerré los ojos y gire mi cabeza hacia el cielo, lo escuche gritar. Apreté muy fuerte los puños. La Luz que emanaba de el suelo se veía como una aurora boreal. Quería abrazarlo, llenarlo de besos y tráelo de vuelta a mi vida.

El dolor se intensifico comenzó a quemar como acido, Alma me grito -Respira profundo esto se va a poner peor- Mi percepción del tiempo se distorsiono terriblemente el dolor parecía eterno. Yo también grite hasta quedar inconsciente.

Me desperte con el sol de la mañana, gire y ahí estaba todavía inconsciente con ese gesto infantil que tiene mientras duerme. Me senté mi cuerpo se veía normal pero lleno de cortadas, la piedra que estaba en medio de los dos había desaparecido. Alma estaba tumbada en una silla del portico con varios cascos de cerveza a su alrededor, Llena de moretones y llagas. "¿Puedo tocarlo?" pensé ella asintió con la cabeza. Le di un beso cerca de la frente y le acaricie el cabello. El suspiro pero seguía dormido, camine hacia el pórtico -¿Quieres desayunar?- Se bajo los lentes oscuro y dijo -¿Huevos?- Le sonreí -Y un remedio para la resaca?- choco la boca -Nah eso nunca me ha pasado- Se levanto y cerro la puerta de la casa.

Fue muy extraño, ya no sentía su ira dentro de mi, tampoco encontré mi miedo. Lo mire una vez más me acerque a el puse su cabeza en mi regazo, ya no parecía ese hombre enorme y amenazante, Le acaricie la cabeza, por un segundo vi su forma real, lleno de fuego le faltaba la parte inferior derecha del torso con los ojos alargados como de gato, colmillos. Entendí lo peligroso que es y a pesar de eso le bese la frente. Le dije adiós en mis propios términos. Cuando me levante sentí un enorme vacío en mi cuerpo. Camine hacia el pórtico chamuscado, pensé esta casa es muy fuerte. Entre a la casa y cerré la puerta tras de mi.





















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