El Mago
Pierrick Moules |
Alma viene y va, se volvió a mudar, pero ya nunca se queda mas de ocho meses. Ha convertido en su misión proteger al débil, dar consuelo espiritual y por supuesto mantener a raya todo lo sobrenatural que extralimite, en sus términos, el equilibrio.
Poco a poco vuelvo a mis pacientes y a mis experimentos, de vez en cuando pinto de nuevo y como de costumbre voy a ciudad marfil a checar a los descendientes de mi familia. Solo el miembro más viejo sabe quien soy realmente los demás me ven como la tía lejana. Una noche me invitaron a quedarme y un grupo de los más jóvenes me invito a una especie de baile en un salón lleno de luces multicolor. Llegue después de ellos tenia que arreglar ciertos términos para la transición con los mas ancianos de mi familia.
Entre al salon y lo vi sentado en la barra con el cabello castaño claro piel apiñonada, levanto la cabeza de entre los otras personas cruzo una ligera mirada conmigo traía un rompe vientos de piel mas parecida a una túnica. Vi un ligero brillo en sus ojos, turquesa. Seguí caminando y ya fuera de su vista sonreí un poco, tantos efectos mágicos son difíciles de ocultar.
Subí al segundo piso, pedí una cerveza, termine agarrándole el gusto por Alma. Lo vi entrar se acerco a mi pero solo se recargo en la barra. No pasaba los treinta años. Los jóvenes de mi familia bailaban y bebían alegremente en la pista. Me acerqué a bailar con ellos, sentía la mirada del mago.
Finalmente me canse y decidí sentarme en una banca, ahí estaba, se veía aburrido un poco lejos de su grupo de amigos. Me senté junto a el, la banca se balanceo un poco el se levanto y me pidió que me sentara. Al final me acerque a su oido y le dije - Este lugar debe de ser interesante para que corras el riesgo de estar aquí.- Me miro con mucho desconcierto, se puso un poco tenso, pero después de verme detenidamente me sonrío y dijo -Ya no es como antes- Me reí y le dije -¿ya no los persiguen como antes?- se levanto en hombros y le dio un trago a su cerveza. Después de unas cuantas cervezas entramos en la platica, las diferencias entre sus practicas y las mías.
Hace años ese debate habría terminado con el en la hoguera, pero las cosas se han relajado.
En apariencia, pienso yo. Aun atiendo un par de familias de magos exiliadas en las colinas.
Finalmente me despedi, tengo la costumbre de estar en la colina antes de que salga el sol.
El me alcanzo en la salida me tomo de la mano y sin avisar, me beso.
Ese primer contacto humano fue torpe pero en cincuenta años me pego una descarga eléctrica, como si esa parte física mía, hubiera estado dormida y despertó de un profundo letargo de un solo golpe.
Terminamos en mi habitación de hotel, hubo cierta ansia de mi parte, me deje llevar pero al final no pude sentir más. El se levanto y lo mire por el espejo del tocador junto a la cama. Se veía tan vacío y frágil, con muchas cicatrices mágicas, había intentado revivir a alguien.
Respire profundo volvió a acostarse junto a mi me recargue en su pecho comencé a acariciarlo baje mi mano a la parte derecha de su cadera y sentí unas letras, un nombre de mujer.
Honestamente eso me dio una gran tranquilidad, el estaba pasando por el mismo periodo que yo, claro jamás bajo las mismas condiciones. Sin embargo conectarte con alguien que siente ese mismo vacío que tu, hace que sea un poco más fácil. Al final desayunamos en la habitación. Ambos tomamos el tren en direcciones opuestas.
Al final cuando abri la puerta de la casa la vi tan vacía, tan silenciosa y oscura.
Llore lo que quedo del día. Es muy complejo justificar desde el punto de vista lógico por que sigues amando a alguien que te hizo tanto daño. Es imposible explicar ¿Por que es así?
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